En el cuidado de la piel, no hay un enfoque único que funcione para todos. Cada tipo de piel es único y tiene necesidades específicas.
Una rutina de skincare consta de varios pasos esenciales para garantizar una piel saludable.
En la actualidad sabemos que los pacientes tienen distintas zonas del rostro que tienden a un determinado tipo de piel. Además, las necesidades de la piel varían por diversos factores; periodo estacional, ciclo hormonal, estrés, etc. La piel es un órgano dinámico que va cambiando sus necesidades y debemos ajustarnos a ello.
En términos generales podemos subdividirla para elegir activos adecuados según requiera mi piel o determinada zona del rostro en ese momento.
Piel grasa: Piel oleosa, brillante, poros dilatados y en tendencia acneica.
Piel seca: Piel deshidratada, fina, de aspecto ocaso, sensación de tirantez, en algunos casos incluso picazón y descamación fina.
Piel mixta: Presenta zonas grasas a nivel de la zona “T” (frente, nariz y mentón), y zonas secas por fuera de esta zona “T”.
Piel normal: Piel homogénea, suave al tacto, poros pocos visibles, escasa tendencia acneica.
Piel sensible: Cualquier tipo de piel puede ser o no sensible. Son pieles reactivas, que se ponen rojas fácilmente, e incluso puede haber ardor o picor al colocarse productos comunes.
Limpieza: Iniciamos con una limpieza de la piel. Para pieles grasas o mixtas, es mejor utilizar un limpiador astringente, mientras que para piel seca, es mejor utilizar uno suave que no elimine la barrera lipídica de la piel.
Tratamiento: En este paso atendemos características específicas de la piel, como arrugas, regulación del sebo, acné, manchas, flacidez, etc. Podremos utilizar uno o varios productos según nos indique el especialista. Recuerda siempre utilizar de los más livianos a los más pesados (Líquidos, serum/geles, cremas).
Hidratación: La hidratación es clave para mantener la piel suave y flexible, incluso las pieles mixtas y grasas requieren hidratación, pero en ellas escogeremos productos livianos. En pieles secas optamos por cremas más ricas y nutritivas.
Protección solar: Recuerda que el 70% del envejecimiento es debido a la radiación ultravioleta. Aplica un protector solar con un factor de protección solar (FPS) mayor a 30 y reaplica cada 2 o 3 horas. Escoge un protector adecuado para tu tipo de piel para asegurar que lo utilizaras, si no te gusta su cosmética es poco probable que lo utilices adecuadamente.
Existen múltiples productos en el mercado y cada vez incluso más.
Seguinos en instagram para enterarte de los diferentes activos, sus indicaciones, como usarlos y todos sus beneficios.
Además, en Le Clinic´s te brindamos asesoramiento en cuales son los mejores activos para tu piel y lo que buscas mejorar. ¡Agenda tu consulta!
En el cuidado de la piel, no hay un enfoque único que funcione para todos. Cada tipo de piel es único y tiene necesidades específicas.
Una rutina de skincare consta de varios pasos esenciales para garantizar una piel saludable.
En la actualidad sabemos que los pacientes tienen distintas zonas del rostro que tienden a un determinado tipo de piel. Además, las necesidades de la piel varían por diversos factores; periodo estacional, ciclo hormonal, estrés, etc. La piel es un órgano dinámico que va cambiando sus necesidades y debemos ajustarnos a ello.
En términos generales podemos subdividirla para elegir activos adecuados según requiera mi piel o determinada zona del rostro en ese momento.
Piel grasa: Piel oleosa, brillante, poros dilatados y en tendencia acneica.
Piel seca: Piel deshidratada, fina, de aspecto ocaso, sensación de tirantez, en algunos casos incluso picazón y descamación fina.
Piel mixta: Presenta zonas grasas a nivel de la zona “T” (frente, nariz y mentón), y zonas secas por fuera de esta zona “T”.
Piel normal: Piel homogénea, suave al tacto, poros pocos visibles, escasa tendencia acneica.
Piel sensible: Cualquier tipo de piel puede ser o no sensible. Son pieles reactivas, que se ponen rojas fácilmente, e incluso puede haber ardor o picor al colocarse productos comunes.
Limpieza: Iniciamos con una limpieza de la piel. Para pieles grasas o mixtas, es mejor utilizar un limpiador astringente, mientras que para piel seca, es mejor utilizar uno suave que no elimine la barrera lipídica de la piel.
Tratamiento: En este paso atendemos características específicas de la piel, como arrugas, regulación del sebo, acné, manchas, flacidez, etc. Podremos utilizar uno o varios productos según nos indique el especialista. Recuerda siempre utilizar de los más livianos a los más pesados (Líquidos, serum/geles, cremas).
Hidratación: La hidratación es clave para mantener la piel suave y flexible, incluso las pieles mixtas y grasas requieren hidratación, pero en ellas escogeremos productos livianos. En pieles secas optamos por cremas más ricas y nutritivas.
Protección solar: Recuerda que el 70% del envejecimiento es debido a la radiación ultravioleta. Aplica un protector solar con un factor de protección solar (FPS) mayor a 30 y reaplica cada 2 o 3 horas. Escoge un protector adecuado para tu tipo de piel para asegurar que lo utilizaras, si no te gusta su cosmética es poco probable que lo utilices adecuadamente.
Existen múltiples productos en el mercado y cada vez incluso más.
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Además, en Le Clinic´s te brindamos asesoramiento en cuales son los mejores activos para tu piel y lo que buscas mejorar. ¡Agenda tu consulta!